El pasado jueves participé en el espacio Letra, verbo y algo más. El cual magistralmente conducido por el Historiador Manzanillero Delio Orozco, me acerco al libro: Teatro Manzanillo. Un drama en tres actos (1856-2007).
Fue una excelente ocasión para compartir el resultado de la investigación realizada por el Lic. Carlos R. Escala Fernádez sobre la institución cultural más significativa de la llamada Perla del guacanayabo. ¨Esta propuesta, más que una indagacion histórica ejemplar deviene en el texto más completo de los escritos sobre el tema. ¨ así resa en las palabras que cierran el libro.
He estado leyendo con detenimiento esta obra y se revelan importantes hechos que llenan de orgullo a cualquier manzanillero. Resultan significativos los comentarios sobre como otros historiadores han minimizado el papel de Carlos Manuel de Céspedes en el desarrollo del teatro cubano. He tenido la oportunidad de dirigir en varías ocasiones en ese lugar y aunque tenía una conciencia de su historia e importancia, esta lectura ha ampliado mi visión y me ha dado otras razones para seguir amandolo.
La presentación fue muy buena, a ello contribuyó Delio Orozco, al abundar en su papel de tutor y en las cualidades del autor.
Invito a todo el que pueda adentrase en esta obra para que se acerque a la historia de nuestro Teatro Manzanillo.
Fue una excelente ocasión para compartir el resultado de la investigación realizada por el Lic. Carlos R. Escala Fernádez sobre la institución cultural más significativa de la llamada Perla del guacanayabo. ¨Esta propuesta, más que una indagacion histórica ejemplar deviene en el texto más completo de los escritos sobre el tema. ¨ así resa en las palabras que cierran el libro.
He estado leyendo con detenimiento esta obra y se revelan importantes hechos que llenan de orgullo a cualquier manzanillero. Resultan significativos los comentarios sobre como otros historiadores han minimizado el papel de Carlos Manuel de Céspedes en el desarrollo del teatro cubano. He tenido la oportunidad de dirigir en varías ocasiones en ese lugar y aunque tenía una conciencia de su historia e importancia, esta lectura ha ampliado mi visión y me ha dado otras razones para seguir amandolo.
La presentación fue muy buena, a ello contribuyó Delio Orozco, al abundar en su papel de tutor y en las cualidades del autor.
Invito a todo el que pueda adentrase en esta obra para que se acerque a la historia de nuestro Teatro Manzanillo.